Había una vez un mundo donde el género de películas sobre
coches parecía sobreexplotado. Entonces llego Drive.
Drive es la fiel reproducción de la Miami vice de los 80
combinada con el increíble trabajo de Nicolas Winding Refn. Unos encuadres
perfectos, la acertada mezcla entre ultraviolencia y ultraromanticismo, una
perfecta sincronía entre la banda sonora y la imagen y unos diálogos poco
fílmicos, pero muy reales, hacen de drive, la película de acción más realista
de los últimos años.
Al protagonista no lo acabamos de entender, precisamente por
el hecho de que es real, “real hero” lo
llaman por ahí, un hombre que es capaz de pegar a una mujer o aplastar la cara
de un hombre con el fin de proteger a su chica. Pero tengo dos pequeñas
objeciones ante esta GRAN película.
La primera es que cuando fui a verla, tenía unas
expectativas demasiado altas, todos los medios hablan de Drive y yo me esperaba
la película del siglo. Y no lo es, pero eso no quita que sea una buena
película.
La segunda es el carácter pseudocomercial de la película, me
explico: El espectador va a ver una película que se espera del estilo de “transporter”
o” furia ciega”, y se encuentra con el proyecto de Refn. Obviamente este tiene
más calidad que las típicas películas de acción, pero ¿Creéis que el público
sabrá apreciar esos acertados planos silenciosos e inmóviles de 40 segundos de
duración? Yo creo que no, pero esto no quiere decir que sea una mala
película, al contrario, Refn arriesgó y la jugada le salió perfecta.
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